Atiende
Si no atiendes te llevarás un bofetón de realidad
A lo mejor te viene bien saberlo
Hazme caso
Hoy te cuento algo que deberías tener presente cuando celebres tu boda, bautizo o comunión
Esto vale para invitaciones, recuerdos, detalles…
Luego te cuento una anécdota que sirve para explicar mejor lo que quiero comentarte.
Lo mismo te interesa
Pero será luego, al final
Aquí el tema es saber si hablarán mal o bien de vuestra celebración
Y si han de hablar mal (que lo harán, puedes apostar tu vida en ello)
que sea por envidia y no por pena.
Por cabreo.
Porque les joroba y les irrita que tengas buen gusto.
Y no porque tus invitados caigan en la cuenta
de que te importan UN PIMIENTO:
“Qué más da el regalo”
“Cualquier cosilla les va bien”
“Lo más baratito, algo mono que parezca caro…”
y blablablá…
Ya te vale
Y lo mejor viene cuando les plantas el regalito en el plato.
¡¡Catapum!!
Momento sublime. Arte puro.
Ahí ya lo bordas.
Tus invitados lo ven.
Miran el regalito.
Titubean. Se cruzan las miradas.
Vuelven a mirar el regalito y piensan:
“Qué diablos hago yo con esto”
“Madre mía. Cosa tan fea. ¿Y ahora qué cara pongo?”
“¡No puede ser! ¡Otra vez! La misma castaña de las últimas 9 celebraciones”
“¡Hostias, madre mía!… bueno, vale, me viene perfecto para el amigo invisible…”
Lo primero que te llevas es una hostia de realidad
Esto es lo que suele ocurrir, ya sabes
No regales cualquier cosa “porque toca”, “por dar algo”.
Está feo.
Muy feo.
Feísimo
Además, regales lo que regales, no le gustará a todo el mundo.
Ni falta que hace. Gustar a todo el mundo es de mal gusto
Pero yo venía a decirte que lo que estaría feo de verdad,
Muy muy feo
Realmente feo,
Imperdonablemente feo
Es que pudiendo distinguirte de todas las demás celebraciones que son auténticas fotocopias, no lo hicieras
Y que no hicieras lo posible para que tus invitados esbocen una sonrisa cuando abran sus regalos
Y ya sería el colmo del feísmo, imperdonablemente feo, que no ofrecieras a tus invitados la posibilidad
de disfrutar de la originalidad de tus obsequios.
Los que dejan huella.
Sí, esos que están ahí arriba
Los culpables de que varios de los invitados quieran sacarte los ojos, clavarte las uñas y tirarte de los pelos
y si, además sus ojos están inyectados en sangre y escupen fuego, ¡celébralo!…
… significa que has triunfado
Pues eso, haz que te “envidien” por tu buen gusto o que te feliciten... que es lo mismo
De esto va todo esto
Un placer.
Ernest
parainvitados.com
P.D. Ah!, se me olvidaba. Sé que te he dicho que te contaría una anécdota al final.
No podrá ser. Te pido disculpas. Mejor lo dejamos para una mejor ocasión.
Ahora céntrate en comprar estas maravillas de ahí arriba